Visión de la Literatura Infantil, ayer y hoy
Autores básicos para una biblioteca
Uno de los géneros para el trabajo en la sala: La leyenda. Características en relación con el mito.
Experiencia. Trabajo de elaboración de un libro ilustrado.
Leyenda a trabajar: EL CHURRINCHE (leyenda tehuelche, Argentina)
"Ulian era un indiecito tehuelche muy especial…
Era capaz de hablar con los animales, con las plantas, porque conocía el idioma de todos… Y además tenía poderes especiales milagrosos que utilizaba para ayudar a quien fuera que lo necesitara…
Todos lo amaban… y él estaba ahí siempre dispuesto a ayudar…
Y fue así que un día se sentó en el bosque para hablar con un pequeño pajarito gris, al que Ulián llamaba Churrinche. Porque éste estaba muy amargado y triste, sentía que no era tan útil ni hermoso como los otros pájaros.
Y por más que el pequeño indiecito trataba de convencerlo diciéndole que era hermoso así de pequeñito, que el gris brillaba a la luz del sol, a la luz de la luna…
Churrinche decía que no:
-Soy chiquito, casi nadie me ve… Gris soy todo gris… ni una plumita chiquita de color tengo… ¡Soy feo, muy feo! Y encima sin ningún amigo…
-¿Cómo que ningún amigo? ¿Y yo?
¿Y todos los otros? – iba a decirle- pero se calló, porque sabía que el pajarito estaba tan convencido de su fealdad que siempre se alejaba de los demás pájaros y animales para que no lo compararan…
Ya no sabía qué más decirle para convencerlo, hacerlo cantar, y hacerlo sentir feliz. Estaba tan atento a ver qué más se le ocurría que el indiecito no vio acercarse a un gigante malvado que envidiaba sus poderes. Y sin darle tiempo a nada, éste lo ató y lo encerró en una cueva, que terminó tapiando totalmente. Sabía que así el pequeño tehuelche se moriría…
Pero lo que no tuvo en cuenta es que había dejado una pequeña hendija por donde entró churrinche.
Muy preocupado el pajarito intentó picotear las sogas para desatar a su amigo pero no pudo. Y encima el gigante lo descubrió y con un fuerte rugido le arrancó todas las plumas del copete.
Igualmente churrinche aun con mucho miedo, no pensaba dejar a su amigo… Pero Ulián le rogó con el pensamiento porque estaba amordazado:
-Andá a pedir ayuda a mis hermanos los animales, ellos van a ayudar… ¡¡Andá!!.
Foto: Gustavo Durán
Churrinche estaba tan asustado y desesperado que se olvidó de su vergüenza, de que era feo, chiquito, de que no tenía amigos y estaba siempre solo… Y voló, ligero, ligero como el viento hasta aterrizar en el claro del bosque, donde estaban reunidos todos los animales… Y allí, casi llorando les contó lo que pasaba…
Convocaron a un congreso urgente y en muy poco tiempo quedó preparado el plan: el tucutucu sería el encargado de hacer un túnel desde su cueva hasta donde estaba Ulián y así lo sacarían.
Fue así que esperaron a que se hiciera de noche y todos juntos, comenzaron la tarea. Mientras el tucutucu cavaba, todos los demás animales ayudaban a despejar el túnel, sacar la tierra… Por primera vez churrinche era uno más de ellos…
Hasta que… finalmente llegaron a la gruta donde estaba el pequeño indiecito.
El chiquito cuando los escuchó comenzó a golpear con los talones sobre las rocas para marcar su posición. Y el tucutucu rápidamente comenzó a excavar para hacer un gran orificio.
Mientras tanto churrinche se había metido en la cueva con el indiecito para hacerle compañía hasta que terminara todo el rescate.
¡Finalmente lo consiguieron! Y llegaron hasta donde estaba Ulián, comenzaron a arrastrarlo todavía atado y amordazado por el túnel hacia la cueva del tucutucu, donde pensaban esconderlo.
Pero… el gigante se despertó y lanzó un feroz rugido…
Churrinche se asustó muchísimo, pero en lo primero que pensó es en que debía avisar a sus amigos que el gigante estaba furioso. Y entonces comenzó a gritar muy pero muy fuerte…
-churruit…. churruit… churruit… churruit…
Pero cada churruit de churrinche, más enfurecido estaba el gigante, tanto que sin piedad le arrojó una gruesa espina que se clavó en el pecho del pajarito y lo empezó a perseguir…
Esto fue aprovechado por los demás animales para seguir con el rescate, llevarse a Ulián, mientras el tucutucu iba tapando el túnel recién construido.
Cuando churrinche estuvo seguro de que Ulián estaba a salvo, totalmente ensangrentado dejó de gritar y con las pocas fuerzas que le quedaban, voló hasta un chañar, cayendo a los pies del árbol.
Allí lo vio una calandria, que lo levantó y lo llevó hasta donde estaba Ulián, ya sano y salvo…
Todos los animales se miraron muy tristes… El pequeño héroe parecía muerto.
El tehuelche lo tomó entre sus manos y con unas palabras mágicas y todo su amor, lo curó.
Pero para que todos se acordaran de su coraje y valentía le dejó el color de la sangre en sus plumas…
Por eso, el churrinche ya no es más gris, sino que tiene un maravilloso color rojo.
¡Ah! Y ahora es amigo de todas las aves y de los animales y va y viene por todos lados cantando feliz."
Extraído de: https://elcantodelunicornio.wordpress.com/2014/07/14/el-churrinche-leyenda-tehuelche-argentina/